Sinopsis oficial
En plena crisis de los cuarenta, un peculiar grupo de hombres decide formar el primer equipo nacional de natación sincronizada masculino. Desafiando estereotipos e ignorando la incomprensión de los que les rodean, se sumergen en una divertida e insólita aventura que les llevará a hacer frente a las dificultades y a sacar lo mejor de si mismos, gracias a la ilusión y el trabajo en equipo.
La crítica -
Por J.M.S.
En España la anuncian como “el Full Monty” francés y aunque su director no le gusta demasiado la comparación, lo cierto es que, como el film británico, se trata de una comedia dramática, el reparto coral está compuesto por un grupo de perdedores de mediana edad, y éstos solo empiezan a respetarse a sí mismos, y a encontrar un aliciente a sus vacías vidas, cuando empiezan a hacer natación sincronizada de forma aficionada.
Primer largometraje como director de Gilles Lellouche, más conocido en su faceta de actor en comedias tan conocidas como Pequeñas mentiras sin importancia, para esta ópera prima ha reunido a impresionante reparto de estrellas francesas, las más famosas Mathieu Almaric y Guillaume Canet, que se pasaron entrenando dos días a la semana, durante cuatro meses, para realizar perfectamente las coreografías del agua.
El desarrollo de la película es amable y positivo a pesar de las tragedias cotidianas y familiares de estos fracasados. Quizás la parte más graciosa consiste en ese entrenamiento, con una antigua campeona de esa disciplina que ahora va en silla de ruedas tras un accidente, y que es una mujer inmisericorde con las flaquezas físicas de esos hombres hechos y derechos.
La comedia ha sido un auténtico éxito en Francia donde han acudido a verla más de 4 millones de espectadores.