Sinopsis oficial
Tony Webster, un hombre jubilado y divorciado, mantiene una tranquila y solitaria vida. Un día descubre que la madre de Verónica), su novia de la universidad, le dejó en su testamento un diario que guardaba su mejor amigo, quien salió con Verónica después de Tony.
Para recuperar el diario, ahora en manos de una Verónica anciana y muy misteriosa, Tony estará obligado a bucear en su pasado, recordar los momentos fallidos de sus antiguas amistades y relaciones y recrear sentimientos que creía olvidados. ¿Podrá Tony afrontar la verdad y hacerse responsable de las devastadoras consecuencias que sus actos han provocado después de tanto tiempo?
La crítica -
Por J.M.S.
No es la primera vez que se adapta al cine una novela del afamado escritor británico Julian Barnes, ahí están Love, etc… o Metroland, pero sí la que transmite con más fidelidad los temas que le obsesionan y le gusta reflejar en su obra: su inquietud por la muerte y las historias de amor y aflicción.
Con dosis de drama y suspense, El sentido de un final nos habla de un jubilado de vida plácida y aburrida que se enfrenta a un pasado con una juventud donde quedaron varios asuntos sin resolver.
La amistad, el amor, los primeros escarceos sexuales y la constatación del daño que puede hacer la palabra, son algunos de los asuntos sobre los que bascula este largometraje. La película hubiera funcionado igual sin la subtrama de la maternidad de la hija del protagonista.
Como hablamos de cine británico, a la puesta en escena no se le puede poner ninguna pega ni tampoco a la actuación del veterano Jim Broadbent, sobre el que recae el peso de la película.
Suponemos que no defraudará a los lectores de la novela.