Así constará en el real decreto de medidas tributarias que aprobará el Ejecutivo este viernes, con el que pretende ingresar unos 1.000 millones de euros más y que entrará en vigor el 1 de enero del próximo año. Junto con la limitación del pago en efectivo a 1.000 euros, las grandes compañías iniciarán el plan de control electrónico de IVA en tiempo real para limitar las posibilidades de fraude