Los robos habían causado cierta alarma social en el barrio de San Jorge ya que el grupo no dudaba en amenazar y agredir a las víctimas, generalmente menores de edad y lo hacía incluso con hachas, palos y hierros. Les robaban sobre todo teléfonos móviles y dinero. Tras robarles les amenazaban para que no acudieran a la policía a denunciar los hechos. El joven mayor de edad actualmente está en prisión por hechos similares y el resto pasan a disposición de sus padres. Las diligencias judiciales han sido remitidas tanto a la Fiscalía de Menores como al Juzgado de Guardia.