Tras ser mordido en la mano se le le trasladó al Complejo Hospitalario de Navarra y se le administró un suero contraveneno, que no es lo más habitual ya que las mordeduras no suelen requerir este suero en la mayoría de los casos. La víbora que mordió al excursionista pudo ser una Víbora Aspis, habitual en esta zona de Navarra. Es venenosa aunque no es demasiado peligrosa ya que su veneno actúa de forma muy lenta y no inyecta una gran cantidad. Es un animal que por lo general no ataca si no se ve amenazado y a diferencia de las culebras tiene las pupilas verticales y la cola en triángulo.