La Cruz Laureada de San Fernando fue concedida a Navarra en 1937 por el dictador Francisco Franco y colocada en su escudo como homenaje y reconocimiento a los voluntarios navarros que le apoyaron en el golpe militar de 1936 y a lo largo de la Guerra Civil. En 1951 se colocó en el frontón del Palacio de Navarra, en la fachada de la Avda. San Ignacio, un conjunto escultórico de Fructuoso Orduna. Se cumple así la Ley Foral de Símbolos y la Ley Foral de Memoria Histórica, que establecen la retirada y sustitución de la simbología propia del régimen franquista.