El catarí Nasser Al-Attiyah (Toyota) se acercó ayer a la victoria final en coches tras terminar segundo, por detrás del francés Sébastien Loeb (Peugeot), en la octava etapa, disputada entre San Juan de Marcona y Pisco con 360 kilómetros de especial, mientras que el abandono por avería del estadounidense Ricky Brabec (Honda) ascendió al australiano Toby Price (KTM) al liderato en motos. 

Solo una espectacular remontada de Loeb privó del triunfo de etapa al árabe, que acaricia su tercer título, siempre y cuando defienda su ventaja de más de tres cuartos de hora en las dos últimas jornadas. 

Así, domina la general con 46,29 de renta sobre Nani Roma (Mini), que con su quinto puesto del día y el error en las dunas del francés Stéphane Peterhansel (Mini) asciende a la segunda posición. Y es que ‘Monsieur Dakar’ perdió 24 minutos y cayó a la cuarta plaza al terminar octavo. 

La cara de la jornada fue Loeb, que pudo resarcirse del problema eléctrico que le lastró en la jornada anterior y que le hizo ceder 28 minutos. Con su cuarta victoria de etapa, el galo es tercero a 46,45 del asiático. Mientras, Roma se limitó a controlar, lo que le permitió ascender a la segunda posición. 

Por su parte, Carlos Sainz, undécimo, corrió más de la mitad de la especial sin dirección asistida, lo que le hizo perder una hora y 26 minutos y bajar al noveno puesto. 

Entre tanto, en motos, la general quedó trastocada por el abandono por rotura de motor del líder, Ricky Brabec, que entregó el primer lugar a Toby Price y devolvió las esperanzas de triunfo a un grupo de cinco pilotos. 

La victoria de la jornada sobre las dos ruedas fue para el austríaco Matthias Walkner (KTM), que llegó a la meta de Pisco con un tiempo de 3,55,25 tras rebasar a Price en los últimos kilómetros de la especial. 

El chileno Pablo Quintanilla, que terminó segundo, es el que más opciones tiene de disputar el liderato al ‘aussie’, que acabó la etapa con problemas en su muñeca.