La campaña se inicia con un retraso de unos días respecto a la campaña anterior y previsiones "muy positivas", ya que el estado de la uva es "excelente" para todas las variedades. Está previsto que se recojan alrededor de 73 millones de kilos de uva, una cifra que se sitúa en la media de las cosechas de la Denominación y representa un descenso de cerca de un 13 % respecto a 2015, año en el que la producción ascendió a 84 millones de kilos de uva. No obstante, según apunta, la previsión puede verse alterada por el desarrollo climatológico del final del ciclo.