Esta vigilancia tiene por objetivo verificar la seguridad microbiológica y química de los alimentos para controlar sus riesgos asociados, especialmente los brotes epidémicos de toxiinfecciones alimentarias. No obstante, también es necesario que los y las consumidoras adopten comportamientos saludables en la elección de los alimentos y durante la preparación y la conservación de las comidas, con el fin de mejorar su situación nutricional y garantizar la seguridad de los productos que van a ingerir.