Unos vecinos del primer piso dieron la voz de alarma. A las once de la noche se despertaron sobresaltados al notar que de sus enchufes salía un denso humo blanco. Llamaron a los bomberos y se desalojó todo el edifico. El fuego había arrasado un trastero, había quemado la tuberías del garaje y el humo subía por todas las plantas del edificio. La propietaria del local siniestrado no sabe qué ha podido ocurrir. Todas sus pertenencias se han visto afectadas. El fuego ha quemado también las tuberías por lo que los desagües de los pisos de arriba caen directamente a las viviendas de los bajos.