Durante siglos las Bardenas Reales acogían a cientos de pastores procedentes de las montañas navarras y de pueblos congozantes para pasar el invierno. En sus cabañas se reunían y disfrutaban de unas buenas migas. Hoy es difícil que se junten mientras pastan las ovejas y más difícil todavía encontrar una persona que siga viviendo en este Parque Natural porque solo queda , Juan Manuel , conocido como "Froilán". Este vecino de Urzainqui se traslada hasta esta cabaña por "afición". Vive sin agua y sin luz durante los meses del invierno pero asegura que en peores condiciones ha vivido. Ahora tiene coche y acude a los pueblos cercanos a hacer las compras, comer o a charlar con los vecinos. Hay personas que no entienden la decisión de "Froilán" y él responde tajante que es porque "soy feliz". Se conforma con disfrutar del paisaje y ver la lejaní a del horizonte. Un ejemplo de que la sencillez es extraordinaria. Son pocas las personas que necesitan poco para disfrutar de la vida y ello nos debe hace reflexionar.