Por el momento, la Guardia Civil mantiene abiertas todas las hipótesis, sin descartar un posible caso de violencia de género. Vecinos de la zona han descrito aa la pareja fallecida "como unos vecinos de buen trato". El fallecido era agente de la Guardia Civil de 51 años y su pareja, una mujer, de nacionalidad portuguesa, con la que llevaba 20 años de relación