La visita arranca en el callejón, recorre todo el coso taurino y permite pasear por los corrales, las cuadras, el patio de caballos y ver lugares tan íntimos como la capilla. Próximamente también se abrirá la enfermería. No quiere ser un museo sino que la Misericordia pretende que el visitante profundice por sí mismo en la esencia de la fiesta. El presupuesto ha ascendido a 200.000 euros, contando con las obras para adecuar el recinto. Las visitas guiadas podrán realizarse en castellano, euskera, inglés y francés; aunque está abierto a otro idioma si algún grupo de turistas así lo requiere.