Eran las 6 de la tarde del viernes y una camioneta sin luces accedía al recinto privado de esta sociedad de transportistas de Aizoáin. Varios empleados se percataron de que algo no iba bien y al acercarse a la zona pillaron al hombre in fraganti. Había apilado varias chapas metálicas de las que se usan para reforzar los laterales de los camiones. Lo retuvieron durante 20 minutos, hasta que llegó la Policía Foral. El presunto ladrón se excusó afirmando que había entrado para ir al baño. En la misma semana habían detectado que se habían producido robos similares en otros camiones.