Porque sin la generosidad de muchas personas, María no podría costear, por ejemplo, la rehabilitación de Aitor. Ochocientos al mes. La ayuda que ella recibe es de doscientos. Tiene otros dos hijos y no puede trabajar. Por eso sintió tanta rabia cuando conoció la gran mentira en la que se ha convertido el "Caso Nadia". Pide que esta historia no genere desconfianza. Porque como ella y Aitor, muchas familias necesitan la ayuda que no reciben de las administraciones. Por suerte, Aitor, sigue recibiendo la ayuda de mucha gente que le quiere.