Sinopsis oficial
Roma, año 1946. Delia tiene tres hijos y está casada con el malhumorado Ivano, que no la trata demasiado bien. Tras la guerra, ambos luchan por sacar a su familia adelante con varios trabajos mal pagados. Pero un día, una maravillosa noticia les alborota: Marcella, la hija mayor, acaba de comprometerse con Giulio, un chico muy simpático de buena familia. Delia está muy ilusionada con este nuevo comienzo que traerá un futuro mejor para todos. Sin embargo, recibe una misteriosa carta que promete cambiar los planes de toda la familia para siempre…
La crítica -
Por Juana Samanes
"Hombre de muchos oficios, hombre de poco dinero", el refranero español vuelve a dar en el clavo, aunque la protagonista de esta película, Delia, sea una mujer que hace equilibrios laborales para ayudar en la precaria economía de su hogar.
Madre coraje, y maltratada físicamente en casa, todo lo lleva con resignación para cuidar y proteger a sus vástagos; una joven muy bella que ya está prometida y sus dos hermanos pequeños. Trabajando dentro y fuera del hogar, también tiene que ocuparse de su suegro, un viejo cascarrabias que comparte las mismas ideas sobre abuso de poder que su vástago.
Si se analiza desde fuera Siempre nos quedará mañana parece un drama, pero realmente se trata de una comedia costumbrista que aborda con una singular mirada temas como la emancipación femenina, el abuso o la violencia doméstica, pero tiene el acierto de hacerlo de forma amable, a pesar de la dureza, lo que la hace más aceptable para el espectador. Dirigida y protagonizada por Paola Cortellesi, está ambientada a mitades de los años 40, nada más terminar la Segunda Guerra Mundial, cuando la economía italiana era precaria, al igual que en otros países europeos, y donde todavía quedaba el recuerdo de la alianza de los fascistas de Mussolini con los nazis de Hitler en los reproches que algunos de los personajes se lanzan y, fundamentalmente, en la presencia de soldados americanos patrullando todavía por las calles de Roma.
Paola, que también es coguionista de la película, ha confesado que el tono de humor tiene su influencia en los maestros italianos con los que se formó, hablamos de Luigi Comencini o Ettore Scola. Así, se nota la ironía del primero en la forma de abordar situaciones dramáticas, como el maltrato reiterado y sin motivo y, del segundo, en la manera de estar filmada la película. Por ejemplo hay un bonito travelling con el que se va siguiendo a Delia en sus correrías laborales por la ciudad, recuerda los que hacía Scola en su maravillosa película La familia.
Pero hay otras influencias de maestros italianos, además de estar rodada en blanco y negro, el maquillaje que luce Paola en la película, con grandes ojeras y expresión bondadosa, recuerda al de Giuletta Massina, en la película de su esposo Federico Fellini, Las noches de Cabiria.