Comenzaron los visitantes muy incisivos llevando la presión hasta el campo de su rival en un intento de recuperar el balón lo más cerca posible de la la portería de Iricibar. Sin embargo el Izarra sabedor de esa estrategia decidió no complicarse la vida y jugó en largo para salvar esa primera línea. De esta manera el terreno de creación comenzó a desarrollarse en un centro del campo muy concurrido, donde el apartado físico fue cobrando una mayor importancia conforme avanzaban los minutos. En ese juego de choque y contención quien pero parado resulto fue el Arenas que en apenas seis minutos tuvo que atender a dos jugadores por sendos golpes, En uno de esos lances llegó la lesión de Urkiza. Esta circunstancia obligó a  su entrenador a sustituirle por Jimmy, aunque no modificó el dibujo táctico.

En los primeros quince minutos de partido ninguno de los dos porteros se vio obligado a intervenir. El Izarra en ese tiempo pudo llevar al área un par de balones gracias a faltas laterales, los vizcaínos, por su parte, se estrellaban una y otra vez contra la defensa local.

En el minuto dieciocho los locales se adelantaron con el gol de Gorka Laborda gracias a un remate de cabeza que salvaba la salida de Fid, elevando el balón para que éste se alojara mansamente en la red. El tanto hacía justicia a los méritos del equipo blanquiazul, mucho más entonado que un Arenas que se veía superado, toda vez que Hinojosa, Cisneros y Deivid habían ganado el centro del campo.

Ambos equipos guardaron un minuto de silencio

Empeñado en realizar un juego directo, los rojinegros apenas dispusieron de la posibilidad de combinar más de tres pases, de esa forma los pupilos de Hernando armaban rápidos contraataques aprovechando las bandas con  la veteranía de Valdo y la velocidad de Areso.

Superada la media hora pudo llegar el empate si Zamorano hubiera aprovechado el mano a mano con Iricibar, pero el meta aguantó hasta el ultimo momento y pudo detener el disparo. Esa fue la única concesión que la defensa izarrista realizó en la primera mitad.

A falta de cinco minutos para alcanzar el intermedio llegaron los mejores minutos para un Arenas que pareció aprovechar el desgaste físico que acumulaban los estelleses. Estos dieron un paso atrás, procurando dilatar la posesión, rebajando el ritmo del juego.

El Izarra se aleja del descenso

En lo poquito que restaba hasta el final el conjunto de Getxo acumuló varias intentonas pero sin generar peligro: un centro que se paseó por el área sin encontrar rematador, un cabezazo de su delantero centro que salió muy desviado y dos balones muy largos a la espalda de los centrales que terminaron en las manos de Iricibar.

La segunda mitad comenzó, para el Ibarra, con el cambio de Valdo por el debutante Alonso y la misma intensidad sobre el tapete de Merkatondoa. Ni Hernando, en un banquillo, ni Luaces en el otro, introdujeron novedad alguna en sus esquemas de juego, por lo que el balón siguió siendo de los locales, mientras que el Arenas siguió buscando la espaldas de la defensa, y las segundas jugadas. A los doce minutos de la reanudación Alonso estuvo a punto de anotar el segundo gol, en una jugada muy similar a la del tanto de Laborda en la primera mitad, pero en esta ocasión el cabezazo no encontró puerta.

Poco a poco, los visitantes, fueron adelantando líneas en busca de la igualada. Por su parte los izarristas, dio la impresión, de que comenzaban a reservar fuerzas, esperando en su propio campo las acometidas del rival. Este nuevo escenario propició que se acumularan los centros laterales en busca de un rematador que seguía sin aparecer. En el lado contrario Deivid seguía mostrándose muy activo, al igual que Alonso y el propio Laborda, lo cual obligaba a los centrales a estar muy pendientes de las marcas. La entrada de Sagües por Areso a falta de veinte minutos para la conclusión, evidenciaba la intención de conservar el resultado, acumulando más efectivos en la parcela defensiva. A diferencia de lo que ocurrió en el tramo final de la primera parte, fueron los vascos quienes llegaron a los últimos minutos más escasos de fuerzas. El Izarra, muy bien plantado en sus obligaciones defensivas solo necesitaba atender centros lejanos. En el minuto ochenta y tres, apunto estuvo Sagües de aprovechar un malentendido entre la defensa rival y su portero. A renglón seguido llegaba el primer saque de esquina del segundo acto para el Arenas, pero el balón no encontró rematador.

La entrada de Maestresalas por Hinojosa en el minuto ochenta y seis, sumaba defensas a la espera de que el juego se fuera diluyendo hasta alcanzar el pitido final. El encuentro concluía con tres delanteros visitantes, vigilados muy de cerca por otros tantos centrales. La última oportunidad para el Arenas llegaba con un saque de esquina que Ïricibar no acertó a despejar en su salida, pero sin mayores consecuencias.

El pitido final procuraba a los de Estella tres puntos de oro que le permiten poner tierra por medio con respecto a los puestos de descenso.