Se hacen llamar 'El muerto vivo', porque a su líder, Íñigo Muñoa le pilló un tren con 21 años. Afortunadamente pudo salir de ese mal trago y años después lo rescató para poner nombre a una de las aventuras más importantes de su vida. A través de su amigo Oihan, la maqueta llegó a un Pello Reparaz, un joven productor navarro, y ahí empezó todo.

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Su álbum debut cuenta con diez cortes "de sangre caliente y aura positiva", preparados "para regalar al oyente una aventura de la que formarán parte para siempre". Dicen que "el sonido del disco impresiona desde la primera escucha y hace que el oyente se deje envolver por estas profundas melodías".