A la cuarta fue la vencida. Bidasoa cosechó la primera victoria de su historia en Asobal en la Catedral. El conjunto vasco fue superior a un Helvetia Anaitasuna que tuvo muchos errores, sobre todo en ataque.
Tres paradas de Rangel, dos de ellas a lanzamientos desde los 6 metros, y el acierto ofensivo permitieron a Bidasoa doblar en el marcador a Helvetia Anaitasuna (3-6) para el segundo parcial del choque. En el minuto 13 tuvo lugar un gol especial. El primero de Mikel Aguirrezabalaga en partido oficial tras la grave lesión que le ha mantenido cinco meses fuera de la pista. El partido entró en una fase de intercambio de goles gracias a la cuál el conjunto vasco continuó con un colchón de tres- cuatro tantos a su favor. Los vascos no bajaron el pistón e incrementaron su ventaja hasta los cinco goles, doblando de nuevo a su rival en el marcador (5-10); lo que obligó a Iñaki Ániz a pedir tiempo muerto para ordenar el ataque de los suyos. Y surtió efecto en la siguiente jugada gracias a un latigazo de Krmanscic, destacado en la primera parte con cuatro goles y 100% de efectividad. Sin embargo, no hubo mejoría en defensa y, de nuevo, Bidasoa volvió a doblar en el electrónico a Anaitasuna rebasado el 20 de encuentro (6-12). Sólo un arreón local en el ocaso de la primera parte permitió a los navarros recortar algo la desventaja antes del descanso. Dos goles de Nantes redujeron la diferencia a los tres goles al descanso (12-15).
Siete goles en la segunda parte
Más fotos:
Dos goles del brasileño en el primer parcial de la segunta parte redujeron la brecha a la mínima expresión. El equipo que dirige Jacobo Cuétara reaccionó gracias a dos exclusiones casi simultáneas que sufrió Helvetia Anaitasuna y devolvió los cuatro goles a su favor en el 40. Las pérdidas de balón lastraron a los locales. Ániz pidió tiempo muerto para intentar desatascar ofensivamente a su equipo y perforar la meta de un gran Rangel. En esta ocasión, la charla fue infructuosa y los visitantes siguieron ampliando su ventaja en el electrónico en los últimos parciales, llegando a disfrutar de la máxima diferencia del partido con un 17-24 a ocho minutos para la conclusión. Los navarros no tuvieron más remedio que claudicar y reanudar el campeonato rompiendo la buena dinámica que disfrutó antes del parón por el Mundial. Dos goles de Etxeberria maquillaron ligeramente el resultado hasta alcanzar el 19- 27 definitivo.