Tadej Pogacar (UAE) no pudo esta vez superar la velocidad del especialista Filippo Ganna (INEOS), que se impuso ayer en la decimocuarta etapa del Giro de Italia, disputada en la modalidad de contrarreloj individual entre Castiglione delle Stiviere y Desenzano del Garda, con un recorrido de 31,2 kilómetros.
En una prueba casi en su totalidad en terreno llano, con un inicio con curvas antes de las rectas para los velocistas, pudo Ganna tomarse su venganza personal tras el mal sabor de boca con el que se marchó en la séptima etapa, en la que Pogacar fue el único que le superó en el último suspiro, después de que estuviera media hora como líder en la 'silla caliente'.
Reventó el cronómetro el transalpino, que voló en su especialidad para pararlo en 35,02, siendo el único corredor que se acercó a bajar de los 35 minutos con velocidades, en algunos tramos, de hasta 70 kilómetros por hora, pues el actual líder de la general de la 'corsa rosa' hizo casi medio minuto más pese a que durante los primeros controles marcó mejor tiempo que un Ganna que rubricó su séptima victoria en el Giro, la primera desde 2021.
Su equipo, el INEOS, terminó con tres corredores dentro de los cinco primeros de la contrarreloj, pues Thymen Arensman y Geraint Thomas hicieron el tercer y el cuarto mejor tiempo, a poco más de un minuto de su compañero de escuadra, sin duda, la gran estrella de la jornada.
Después de la exhibición del italiano, con ganas de resarcirse tras la primera 'crono', solo una dolorosa caída de Magnus Sheffield, que había marcado el segundo mejor tiempo en el segundo paso cronometrado, sacó de la mente de todo el mundo por un instante a Pogacar, que salió poco después.
Empezó con mucha fuerza el esloveno, ganando segundos en las curvas para firmar hasta 15 menos que la marca que había logrado previamente Ganna. Pareció que la historia volvería a repetirse y que el ciclista local se iba a quedar con la miel en los labios, pero, poco a poco, fue perdiendo fuerza el debutante en el Giro de Italia, máximo favorito a la victoria final.
Acabó con 30 segundos más que un Ganna felicísimo, pero aumentó su ventaja con la clasificación general, dejando la carrera prácticamente vista para sentencia, con tres minutos y 41 segundos sobre Geraint Thomas, su primer perseguidor.