Después de la fiesta llega la calma, aunque este sábado por la mañana lo que llegaba a la Ciudad Deportiva Amaya eran los equipos de limpieza para recoger todos los desperdicios producidos durante la Carpa Universitaria que a lo largo el viernes reunió a miles de jóvenes estudiantes. Un día después que ofrece una desoladora estampa ya habitual en este tipo de casos, que también debería generar concienciación a la hora de organizar eventos así.
Multitud de plásticos, bolsas, botellas, vasos... Una cantidad de residuos que pese a las papeleras y contenedores colocados por la organización han copado el suelo de un recinto deportivo que a partir de ahora recuperará su habitual actividad tras el paso de la fiesta estudiantil.