Mariví no ha faltado a esta cita desde que se instaurara hace cuatro décadas. Recuerda con cariño muchas anécdotas que ha vivido en los amaneceres sanfermineros. Ahora su hija recoge el testigo de una tradición imprescindible como colocar al santo en la hornacina cada mañana. Después lo devuelven al Ayuntamiento, donde pasa el día. El resto del año el santo 'vive' en casa de Mariví.
Cuatro décadas asegurando que el santo no falta al encierro - Foto: NATV